domingo, 13 de mayo de 2012

La antecesora de Lady Di "Georgiana Spencer " La duquesa de devonshire



Todos conocemos, la vida de la famosa princesa de gales, o al menos sabemos una pisquita de lo que fue su vida , lo popular que fue con la gente , la sencillez de la que siempre estuvo acompañada , conocemos su misteriosa y trágica muerte pero era una plebeya común como se creyó ? cual fue su origen ?.
Es por eso  que esta entrada no la dedicare a ella si no a la Duquesa de Devonshire, que fue una mujer que tuvo una difícil historia propia , aun que no lo crean tiene  mucho en común con su descendiente , tuvo una vida muí triste un amor sin realizar y un mal matrimonio político les suena?

Georgiana Cavendish (Duquesa de Devonshire)
Su vida ah sido retratada en mas de una ocacion siendo la version holiwodense la de mejor realizacion“The Duches” (la duquesa). La película para quienes no la han visto es muí recomendable, les ayudara a entender lo horrible que fue su vida y la jaula de oro que la acompaño hasta sus últimos dias .
Su historia se resumen en 5 puntos.
1-Niñes feliz
2-Matrimonio politico
3-Frivolidad y vicios
4-Un amor proibido
5-Resignacion y penitencia.


Georgiana fue una reconocida belleza y socialicé, codeándose con grandes figuras políticas y literarias de su época. Una mujer que brillo con luz propia no solo era hermosa , si no a la moda e inteligente , pero la vida no le sonrió en muchos aspectos y el amor fue precisamente esa parte en la que le fue muy mal . Interesante verdad , pues su vida  no es solo digna de mencionar si no de aprender  y analizar para que uno pueda entender una vez más que el dinero , la clase y el abolengo no dan la felicidad , esta mujer a pesar de a verlo tenido todo económicamente hablando , rango , clase , belleza , dinero abolengo , y encanto nunca alcanzo la felicidad ,peor a medida que todos sus privilegios aumentaron su vida se veía opacada por los vicios , al tristeza , el menosprecio  y la incapacidad de ser feliz ahora no les cuento más demos a paso a la historia de la duquesa de Devonshire.
Pasemos a su biografía:

 Nacida el 7 de junio de 1757 en Althorp House, Northamptonshire, Lady Georgiana Spencer es hija de Sir John Spencer, 1er Lord Conde Spencer y Vizconde de Althorp, y de Margaret Georgiana Poyntz, Lady Spencer. Su padre, aparte de pertenecer a un viejo linaje ya famoso en el Medievo (los Despencer), es bisnieto del famoso general John Churchill, 1er Duque de Marlborough, el vencedor de la batalla de Blenheim, y nieto de los Condes de Sunderland, que se han ilustrado en distintos altos cargos del Gobierno y del Parlamento. Como todas las hijas de la alta aristocracia, georgiana pasaría su infancia entre algodones y cuidada como un precioso peón en el ajedrez de las alianzas matrimoniales entre grandes familias de la élite blasonada.
Gracias al amor y cuidados prodigados por la madre, Georgiana creció feliz junto con sus hermanos en un ambiente elegante, confortable, poblado de criados, doncellas, ayas, gobernantes y preceptores que se encargaban de su bienestar, formación y educación académica.
De su infancia y adolescencia, Georgiana guardaría una pasión incondicional por la literatura, devorando libros siempre y cuando le dejaran tiempo para ello, y por la música, siendo muy diestra acariciando las cuerdas del arpa  y un encanto personal que era reforzado por su notable ingeniosidad, su esprit como solían decir los franceses del siglo XVIII y que tenía gran importancia para todo el mundo, aunque en Inglaterra se conociese mejor como humour.


Se puede decir, a modo de conclusión previa, que Lady Georgiana Spencer nació fruto del amor de una pareja que se había unido en matrimonio sencillamente porque estaban enamorados, sin que interviniesen otros intereses (linaje, dinero, alianza política, posición social) tan comunes en los demás matrimonios de aquella época. Es un hecho que hace especial el caso de nuestra protagonista, comparándolo al de sus contemporáneos.
Los Spencer solían instalarse en su lujosa mansión londinense de Grosvenor Square, Spencer House, durante la época invernal y mientras durase el curso legislativo.
 En plena adolescencia y un día antes de soplar las diecisiete velas de su tarta de cumpleaños, Lady Georgiana sería ofrecida en matrimonio al 5º Duque de Devonshire (William Cavendish), el 6 de junio de 1774, tras un corto noviazgo que le fue impuesto por sus padres. Nada tenía que decir la hija más que aceptar su inevitable destino: abandonar el hogar, casarse con el mejor pretendiente, darle hijos y ocuparse de su casa.
Georgiana tenía todos los requisitos para ser un buen partido. Estaba en edad de merecer, pertenecía a un ilustre linaje, era guapa, inteligente, cultivada, sensible, ingeniosa, sana, tenía una buena dote, buenas relaciones y sabía moverse con elegante naturalidad en una sociedad compleja, exigente y regida por unos códigos inevitables.

No cabe duda que se celebraba aquel día un gran matrimonio entre dos importantes familias inglesas, pero la elección no podía ser peor ya que los novios eran totalmente diferentes entre sí. Georgiana iba a cumplir 17 primaveras y William 26.
William Cavendish, 5º Duque de Devonshire desde la muerte de su progenitor el 4º duque (que había sido Primer Ministro entre 1756 y 1757).
Gran propietario rural, el duque de Devonshire pasaba por ser un aristócrata muy del estilo dieciochesco; siempre rodeado de sus estimados perros de caza (lo que le valió el apodo de "Canis"), de sus pura sangre, alternaba su vida campestre con la londinense de forma natural, como quien se cambia de chaqueta. En la capital, era un habitual del Brook's Club, donde siempre le tenían una mesa reservada para servirle la cena antes de sentarse a las mesas de juego donde apostaba importantes sumas de dinero.
En el aspecto privado, William mantenía una relación con su amante del momento, una tal Miss Charlotte ,no era más que la hija de un clérigo arruinado que había sacrificado gustosamente su virtud en brazos del duque con tal de obtener una coqueta manutención y un tren de vida que la salvase de la miseria. A esa relación adúltera se sumaría, además, el nacimiento de una hija bastarda bautizada con el nombre de la madre.
Habiendo considerado las ventajas de matrimoniar con la primogénita de los Spencer, William entró en el juego de su futura suegra y siguiendo las pautas marcadas para llevar a cabo el proyecto de boda. Era impensable que un duque de Devonshire desposara a su amante. Sería faltarle a las reglas del decoro y convertirse en un paria social. Por otro lado, la joven Lady Georgiana Spencer tenía todo a su favor: posición, fortuna, un nombre prestigioso y relaciones importantes además de un físico muy agradable. Se puso por tanto a cortejar a la bella "Gee", de un modo calculado y superficial, sin más sentimiento que el de cumplir con su deber de caballero, de duque y de gran propietario rural, honrando así a sus predecesores en el título. La grandeza de su casa primaba por encima de todo.
Por su parte, Lady Georgiana asumía que su boda era de pura conveniencia aunque albergaba, quizás, la esperanza de que andando el tiempo llegaría el amor entre ellos dos o en su defecto, una unión afectiva reconfortante.
Alentada por su madre ilusionada, Gee eligió un carísimo ajuar de novia parecido al que tuvo la Delfina de Francia Maria-Antonieta (por quien sentía una gran admiración).
El 6 de junio de 1774, era cosa hecha Lord y Lady Spencer entregaban, frente al altar a su querida hija al duque de Devonshire. Celebrada la unión religiosa, los flamantes novios iban a pasar su luna de miel en la propiedad de los padres de ella, en Wimbledon Park.
La idílica situación se hizo añicos repentinamente cuando Georgiana descubrió el affaire de su marido con Miss Charlotte  que ésta preñadísima, acababa de dar a luz a una bastarda.

Pese al bofetón moral que supone semejante descubrimiento para cualquier recién casada, la duquesa de Devonshire aceptó los hechos con elegante resignación y una buena dosis de filosofía digna de una mujer de mundo.

Su unión con William levantó mucha expectación en Inglaterra. La gente se daba de codazos para conocer a la pareja ducal . Apenas con el anillo en el dedo, la duquesa de Devonshire se convierte en la número 1 de la lista de las damas más populares y admiradas de Gran-Bretaña. Agasajada, cubierta de cumplidos y alabanzas, invitada a todos los eventos de la temporada, Georgiana llegaría al colmo de la felicidad si no fuera por la fría indiferencia de su marido.
Un día en el que se apea de su carruaje, un basurero irlandés le dice: "Amor y bendición, milady, dejad que alumbre mi pipa con las llamas de vuestros ojos". Fue el mejor cumplido que jamás recibió y del que siempre se acordaría cuando otros caballeros alababan sus gracias, replicando: "Después del cumplido del basurero, todos los demás me resultan insípidos!".



Pasarían 9 años antes de que su vientre diera frutos satisfactorios para el duque. En 1783, Georgiana daba a luz a su primer bebé, una hija bautizada con su mismo nombre de pila (Lady Georgiana Cavendish, 1783-1858, futura condesa de Carlisle). Dos escasos años después, una segunda niña viene a alegrar su vida, aunque no la del duque: Lady Henrietta Cavendish (1785-1862) -futura condesa de Granville-. El marido espera de ella un heredero varón para continuar con el linaje ducal.

Fue Georgiana quien le presentó al duque su amante, Lady Elizabeth Foster «Bess», la mejor amiga de Georgiana, quien toleró el  hecho de vivir los tres bajo el mismo techo por muchos años.Siendo amigas intimas y viendo la mala posición de Lady Elizabeth económicamente hablando Georgina le brindo su apoyo y la invito a quedarse en su casa por algún tiempo, pero de esta nunca salió pues Lady Elizabeth aprovecho este hecho para acercarse al Duque, con esto Georgina se refugió en el juego, el alcohol y la moda incluso Georgiana decía tener una relación natural de amistad con la reina de Francia, María Antonieta (misma relacion que Maria Antonieta jamaz menciona) , en medio de todos estos sucesos , la precion por ejendrar un hijo varon aumenta pensando asi Georgiana que el duque sacaria a su ex amiga de su casa .El tan ansiado acontecimiento se produciría en el curso de una estancia de los duques de Devonshire en París. Saliendo de cuentas de su embarazo, la duquesa daría a luz, el 21 de mayo de 1790, a un varón: William George Spencer Cavendish (1790-1858), Marqués de Hartington por cortesía, ya que el título solía ser llevado por los primogénitos de los duques de Devonshire desde finales del siglo XVII.
 
Tras el milagroso alumbramiento que, por fin, satisface a su marido, Georgiana deja de tener hijos, al menos con William. La vida conyugal no es paradisíaca como le habría gustado a Gee. Pero la situacion de la infidelidad no mejora , peor aun Lady Foster da a luz a un hijo y a una hija de sus amoríos con el duque , lo que aunmenta el alcoholismo de la joven duquesa , pero esto no dura mucho tiempo , pues la reconcilacion con su amiga llegara unos meses despues , nuevamente se vuelven inseparables , se perdonan todo y como socias comparten el hombre .

De hecho, Georgiana devolverá el golpe a su marido iniciando un romance con Lord Charles Grey, este romance comienza como un secreto que lady foster , a la amante de su marido apoya incondicionalmente incluso es bien sabido que es ella  quein ayuda a georgiana a verse a escondidas con su amante .
Por desgracia para ella su amor no termian siendo lo que ella esperaba su marido descubre el romance y la amenza con quitarle a sus hijos , por otra parte las malas lenguas de la epoca sugerian que para su amante Georgiana no era mas que una muejer casada mas en su coleccion, Georgiana cegada por su amor solicito el divorcio mismo que se le nego  no estaba muy enamorada pero tal era su deceo de salir de su relacion que tomaria cualquier salida, su amante por su parte fue capas de enfrentar al duque lo que nos hace suponer que estaba enamorado de la joven , pero las cosas no llegaron a mas al descubrirse el romance se descubre tambien el embarazo de la duquesa , su marido la envia lejos para que en secreto de a luz a la bastarda ,su amante es forzado a pagar por todos los gastos hasta que en 1792 da a luz a  Eliza Courtney (La verdadera cenicienta) , ese mismo dia la entrega a la familia de su amante para ser criada como una sobrina sabemos que el momento fue desgarrador incluso llego a escribirle poemas dolorosos a su hija suplicando su perdon , hay que decir que en estos duros momentos no tuvo el apoyo de nadie mas que de su ex mejor amiga y socia lady Bess que no se atrevio a dejarla sola , Luego de un año del penoso suceso Charles Gray se caso nuevamente y enterro su amor por georgiana , mientars que ella regreso a su vida monotona.

En el momento de las elecciones generales de 1784, la duquesa de Devonshire no habría dudado en comprar votos a favor de Fox a cambio de sus besos. La realidad es bien distinta: la duquesa habría dado las gracias a un zapatero, propinándole un beso, por dar éste su voto a Fox; luego, las malas lenguas se ocuparon en exagerar el incidente hasta convertirlo en un asunto de sobornos labiales.

Criticada y burlada por sus detractores, que denuncian sus originales aunque eficaces estrategias electorales, Georgiana sigue siendo la dama por excelencia que todo extranjero venido a Inglaterra quiere conocer y admirar. En la corte, se convierte en la apreciada amiga del Príncipe de Gales, apodado Prinny, y forma naturalmente parte esencial de su cenáculo en el que siempre se encuentra con Fox. Los rumores de entonces achacan a Fox el papel de amante de Georgiana .
Siendo una celebridad en aquella Europa cosmopolita, Georgiana fue conocida también por su buen gusto en el vestir como lo atestiguan.
Cuando La reina de Francia se volvió más sencilla por la maternidad a la duquesa le dio nuevamente por seguir su moda  Georgiana adoptó un estilo de vestimenta más cómodo, dejando de lado los tafetanes, los terciopelos y los muarés recargados y sus apabullantes miriñaques por vestidos vaporosos de lino, de algodón y de muselina que, a la postre, se conocerían como "vestidos a la inglesa" y que arrasarían en la sociedad anglófila de París, y adornando sus peinados de "poufs" con enormes sombreros a la francesa (de ala ancha), dándole un aire más desenfadado y campestre. En pocas palabras, se convirtió en un icono de la moda, a la que contribuyó introduciendo un aire desenfadado en la vestimenta femenina, buscando la comodidad y la facilidad de movimiento conjugada con una elegante sencillez.

También se sabe de su pasión por los juegos de mesa, su derroche en ellas y sus deudas. Que fuera en las cartas o en los vestidos, Georgiana no reparaba en gastos con tal de suplir su falta de amor y felicidad conyugal.
Aunque tanto los Spencer como los Cavendish eran familias tremendamente ricas, Georgiana dejaría tras de sí un montón de deudas por pagar; deudas de juegos, de apuestas y facturas impagadas hasta en las modistas, dado el vertiginoso tren de vida que llevó.
En 1780, apareció el primer problema de salud de Georgiana: una molestia ocular que le supuso un tratamiento a base de aplicaciones de paños mojados en coñac, agua y vinagre, que se limpiaba luego con leche, pareció surtir efecto. Ya con anterioridad, Georgiana solía sufrir de algunas migrañas que combatía con láudano (al que se aficionó) y con un encierro en su alcoba en la oscuridad más completa.
En 1796, durante un episodio de fuerte migraña, su ojo derecho empezó a hincharse de tal modo que su madre, su hermana, su marido y su médico empezaron a alarmarse seriamente. Encerrada a cal y canto en su habitación, a oscuras, cualquier rayo de luz que se filtrase accidentalmente por las ranuras de las espesas cortinas le hacía gritar de un modo horrible. Lady Bess buscó entonces al mejor oculista de Inglaterra para traerlo a Devonshire House y se ocupase de su hermana. En el mes de julio, su ojo había adquirido el tamaño de un albaricoque, desfigurando el hermoso semblante de Georgiana. Antes de que el oculista se ocupase de su mal, la duquesa mandó a sus hijos a Chiswick House para evitarles el trauma de lo que pudieran ver y oír. Los gritos fueron tan escalofriantes, durante aquellas sesiones a las que se sometía Georgiana, que su hermana Lady Harriet llegaría a escribir: "Después de lo que he oído esta noche, puedo soportar cualquier otra cosa..."
Durante meses, y tras la intervención del oculista para salvarle el ojo afectado, Georgiana tuvo que permanecer en sus aposentos en una oscuridad casi completa. La luz del día le resultaba intolerable y le arrancaba agudos gritos de dolor; con su ojo derecho tapado con un espeso parche, había perdido casi la visión del izquierdo, percibiendo tan solo siluetas borrosas. Mujer acostumbrada a vivir de manera pública, Georgiana estuvo largo tiempo sin salir de su casa, avergonzada por la deformidad de su rostro y temiendo el rechazo público.

Con tan solo 48 primaveras, la duquesa de Devonshire empezó a sentirse mal en el invierno de 1806. En la segunda semana de marzo, su cutis se torna de un color amarillento, casi anaranjado, lo que hace sospechar a su médico que padece hepatitis. Su salud se degrada rápidamente y, con los remedios estrambóticos de los galenos, sufre lo indecible. Llegan al extremo de afeitarle la cabeza, sacrificando su hermosa cabellera leonina. Tal es la situación de la enferma, que ésta manda que se lleven al campo a sus hijos para ahorrarles el sufrimiento de verla tan mal. Finalmente, los médicos de la duquesa se percatan que su mal no es una hepatitis, sino un mal peor que destroza su hígado. No hay remedios excepto el láudano, para tratar de calmar sus tremendos dolores. Todos saben que está condenada. Deja de vivir, finalmente, el 30 de marzo de 1806 a las 3:30 de la madrugada, rodeada de su madre, de su hermana Harriet y de su marido, víctima de un absceso en el hígado.

Viudo, su marido no dudó en legalizar su relación adúltera con Lady Bess Foster casándose formalmente con ella (1809). William sobreviviría a Georgiana tan solo cinco años más, para morir a su vez en 1811. Lady Bess tomó entonces la decisión de instalarse en Italia con sus dos hijos habidos con el difunto duque, ya que era persona non grata para su hijastro el nuevo duque de Devonshire, y falleció en suelo extranjero como una exiliada.

Descendencia y parentela
La duquesa de Devonshire cuenta, entre sus descendientes y parientes más relevantes, a Lady Caroline Lamb, desvergonzada hija de su hermana Henrietta, Condesa de Bessborough, y amante de Lord Byron que, como su tía carnal, se dedicó a la poesía. Casada con el heredero del Vizconde de Melbourne, fallecería prematuramente antes de poder ser a su vez Lady Melbourne.
Por vía de la nieta de Georgiana, también desciende Peregrine Cavendish, actual 12º duque de Devonshire. Y si existe un curioso paralelismo entre Georgiana y una de sus descendientes, es con la desaparecida Lady Diana Spencer, Princesa de Gales, que fue tan guapa, popular y carismática como ella.
También la prima y cuñada de la difunta princesa de Gales, Sarah Ferguson, ex-duquesa de York, desciende de Georgiana a través de su hija ilegítima Eliza Courtney, habida con Lord Grey.







9 comentarios:

  1. El artículo es muy interesante, lleno de datos sobre un personaje encantador como fue la Duquesa de Devonshire, pero está lleno de faltas de ortografía.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Me encantó. En la película de la duquesa. No especifican que Bess y el Conde tuvieron hijos. Esta biografía esta muy bien especificada. Gracias

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  4. Tus faltas de ortografía me impresionan.

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  5. Muy interesante, pero es muy importante que al escribir se relea el texto antes de publicar. Mala redacción y pésima ortografia.

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  6. Quiero morir!! Que horribles faltas de ortografía... Por favor haz algo!!!

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  7. Triste falta de ortografía que manchan tan hermosa historia :(

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  8. No pueden publicar un artículo tan interesante con tantas faltas de ortografía. No hay excusas, favor usar el revisor de ortografía, una verguenza.

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